LA HISTORIA DE LA AGRICULTURA COLOMBIANA DEL SIGLO XX Y SU INCIDENCIA EN LA ECONOMÍA
CAFETERA
Durante casi toda la historia económica de la economía
colombiana en el siglo XX, la producción principal de exportación se
caracterizó por ser mono-exportadora, a pesar que se producen otros productos
agrícolas que se exportan, tan sólo la economía cafetera abarcaba casi el 85%
de la producción de las exportaciones, todo gracias que entre el final de la
Guerra Civil de los Mil Días y el final de la Segunda Guerra Mundial, Colombia
manifestó un período de importancia para la actividad agrícola del café, un
período de abundancia conocido como la "Bonanza Cafetera", y que se ha logrado gracias a que en 1927, con
la creación de la Federación Nacional de Cafeteros ha tecnificado y fomentado
los cultivos mediante la selección de calidades. Asimismo, ha regulado las
exportaciones y defendido los precios en los mercados extranjeros. El
comportamiento macroeconómico en la primera mitad de los años cincuenta se vio
beneficiado por los elevados precios del café, que favoreció la disponibilidad
de recursos y, por tanto, el financiamiento de sectores como la industrial, que
apenas logró permitir la tecnificación de las técnicas agropecuarias para el
café y demás productos, así como el desarrollo de la industria, como uno de los
competidores de las actividades agropecuarias. El posterior colapso de los
precios del café y la consiguiente ausencia de recursos para financiar el
desarrollo industrial, llevaron a que a finales de los cincuenta y comienzos de
los sesenta se reforzaran medidas proteccionistas como las que habían sido
adoptadas años atrás. Sin embargo, la escasa diversificación de la base
exportadora y la amplia evidencia de la excesiva dependencia del café para
acceder a divisas, planteó la necesidad de iniciar un proceso de promoción de
exportaciones. Así, en esta ocasión el proteccionismo implantado estuvo
acompañado por unas medidas encaminadas a promover las exportaciones de
productos no tradicionales.

"(...) la
Ley 200 de 1936, destinada a solucionar los conflictos agrarios de la época,
que venían de tiempo atrás y cobraban particular vigencia en Cundinamarca y en
el Tolima, en casos como los de la hacienda Tolima y la hacienda El Chocho, en
donde los invasores reclamaban como baldíos las tierras que ocupaban por la
fuerza, mientras que los propietarios invocaban sus títulos de notaría que los
acreditaban como dueños."[2]
Esta ley, en parte manejó ciertas políticas en las cuales,
se buscó para las décadas de los años 40's y 50's un mejor acceso a la tierra,
algo que ha atrofiado a la economía colombiana durante décadas, puesto que ha
sido entre una de las debilidades que mostraba el modelo proteccionista al no
permitir que con el acceso de la Tierra de manera equitativa se pudiera
consolidar de manera más eficaz la producción de otros productos agrícolas,
quedando limitada por la producción nacional del café y pequeñas parcelas de
subsistencia. Aun así, no sería la solución eficaz de la economía cafetera, que
sería frenada en 1957. Asimismo, la inestabilidad política de finales de los
años cuarenta con la época de La Violencia entre (1948 a 1953) sumado a la
dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla (1954-1957) y el frente nacional
(1958-1970) ocasionó el surgimiento de entes revolucionarios en formas de
movimientos guerrilleros, que tomaron las armas para proteger los intereses del
campo colombiano. Uno de los elementos fundamentales del modelo económico
proteccionista en Colombia que fue aplicado al sector agropecuario, fue con la
creación del "crédito de fomento",[3]
algo que apenas fue aplicado con mucha dificultad, al estar destinado al sector
productor y propietarios de la tierra, al menos fueron pocos los beneficiados,
ya que existía una desconfianza de las entidades bancarias al menos, con los
sectores más pobres, sin embargo, este crédito se desplazó no sólo a la
economía cafetera, sino a otros sectores productivos, que se vieron forzados al
racionamiento de este mismo, encareciendo el inicio del endeudamiento del
campo. Las bases del desarrollo del modelo económico proteccionista, inicia con
la administración de Mariano Ospina Perez en 1946,culminando con el derrocamiento
del gobierno del Gustavo Rojas Pinilla hacia 1957, basado en una reforma a la
economía de los años 30's; con Ospina, se incrementaron los aranceles en las
importaciones, tanto de bienes industriales como agrícolas, continuado bajo la
administración de Laureano Gómez (1950-1953), que estableció para la economía
elementos significativos de la economía franquista.(KALMANOVITZ, Salomón y
LÓPEZ ENCISO, Enrique, Op. Cit. 2006 Pág. 145).
Con el control por parte del gobierno de los diferentes
sectores de la economía, se caracterizó como herramienta fundamental, obligando
a las empresas, ellas mismas protegidas, adquirir los productos a los
proveedores nacionales. Con el Decreto 206 del 4 de febrero de 1949, y
contemplado con la Ley 90 de diciembre de 1948, un plan económico que
priorizaba el control de las materias primas antes que la Oficina de Control de
Cambios las importara, precisamente, esto conlleva a la implementación de
gravámenes en el sector agrícola, con el fin de obtener impuestos en las
importaciones y que esta se sustentara en la producción. Apenas esta protección
inicial de la producción solo benefició a unos pocos, que fueron seleccionados
al adjudicarles un subsidio especial,
que implicaba el exceso del precio interno sobre el precio internacional
del producto que se exportaba o importaba, con un arancel aproximado del 40%.
Esto hacía que las exportaciones fuesen mínimas y sustentaran la producción
interna, a pesar de ello, logró que la economía subterránea del contrabando prosperara.
De ahí que más adelante daría salto a la aparición de los llamados
Sanandresitos".


"Si el
mercado de crédito o capital funciona adecuadamente, todos los insumos se
pueden adquirir mientras su adquisición sea rentable" (2006, Ibídem, Pág.155).
Lo anterior, se planteó que el mercado de crédito perfecto
haría que los fondos prestables fueran disponibles para todo aquel que lo
utilizase para invertir en el desarrollo de la producción agropecuaria
colombiana, pero, la falta de capital puede llevar a que el trabajo y la tierra
fluyera de quienes no podría acceder a dicho capital de aquellos que si lo
poseen, es decir, las figuras del poder económico bancario. Eso causa que el
mal funcionamiento del mercado de crédito para la agricultura impidiese que
dicho recurso llegase adecuadamente a las actividades del campo. Por eso mismo,
se crea la Ley 90 de 1948,[5]
por medio del cual, se obligaría a los bancos a invertir un 5% de sus depósitos
a la vista en bonos de la Caja de Crédito Agrario. [6]
El giro definitivo que puso sin duda alguna, fue el aportado por el Decreto 756
de 1951,[7]
el cual, dispara el fortalecimiento del crédito, facultando al Banco de la
República fijaría parte del cupo ordinario y extraordinario para el descuento
de operaciones consideradas para el fomento, permitiendo ampliar la cobertura del
crédito como medida para que los bancos comerciales lograsen realizar
redescuento del banco central, pero hacia 1957 se ejecutaría de manera más
específica para el sector agropecuario, con el Decreto 2482 de 1952,y la Ley 26
de 1959, reglamentando la participación de la actividad agropecuaria en el
crédito de fomento. Lo anterior, suscita que con dicha participación, la ley
obligaría a las entidades financieras a aportar un 15% de sus depósitos a la
vista para el sector agropecuario, y por ende, surgirían las entidades financieras
bancarias tales como, el banco Central Hipotecario, el Banco Ganadero, el banco
Bananero del Magdalena, y el Banco Cafetero. Entre 1950 a 1962, ya gran parte
de estos préstamos serían vigentes del sector financiero como una concentración
de la actividad agropecuaria, como la consolidación de la Caja Agraria, que
para los años 60’s se convirtió no sólo la entidad por excelencia en las
actividades del campo, sino una que proyectaba la difusión del crédito
destinado para la adquisición de la tecnología para el campo colombiano. Por su
parte, respecto a la actividad del Café, esto benefició al mejor desempeño de
la Federación nacional de Cafeteros, que, a pesar de su paulatina pausa en los
60’s, en los 70’s y 80’s volvería a consolidarse como el principal producto
resultante de este beneficio para los caficultores colombianos.
Para el caso específico del Café, hacia 1966, se crearía el
Fondo Financiero Agrario, o FFA, que buscaría ser un mejor mecanismo que la Ley
26, puesto que buscaba proteger los intereses de la producción cafetera.
Aunque, a principios de los años 70’s, el Banco de la República se vería
beneficiada de recuperar su función prestamista y principal autoridad
monetaria, esto a su vez movió el mercado interno de capitales. Con la
inclusión del papel de la ganadería, la FFA pasó a convertirse en el Fondo
Financiero Agropecuario, o FFAP, que hacia 1972, necesitaba un impulso de las
actividades ganaderas, que empezaban a destacarse dentro de las actividades agropecuarias
por excelencia del agro colombiano. La producción de cultivos semestrales,
representaban para las actividades financieras del campo, un 50% de los créditos
totales, permitiendo sobresalir los cultivos del arroz, el algodón, el sorgo y
la soya, y un 24% de las actividades pecuarias.[8]
El modelo de reforma agraria redistributivo aplicado en Colombia desde los años
sesenta es un modelo excesivamente obsoleto para los estándares de la cuestión
agraria y la tenencia de la tierra; así como la ley 200 de 1936 fue una
solución que terminó siendo una solución de los conflictos agrarios de los años
30's y 40's, en la clarificación de los derechos de propiedad y en la apertura
de vías de acceso a la propiedad rural por distintos actores económicos y
sociales, por lo que las leyes 135 de 1961[9]
y la Primera de 1968 tuvieron una marcada acción reformista en el afán de
redistribuir tierras se compraron más de 700.000 hectáreas en la vigencia de
estas dos normas pero fueron frenadas por las leyes Cuarta de 1973 y Sexta de
1975. En la vigencia de estas dos leyes que frenaron el impulso
redistribucionista solo se compraron 121.000 hectáreas, de acuerdo con las
estadísticas del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA). En la
década de los 60 el presidente Carlos Lleras quiso hacer la reforma agraria. En
1973, los terratenientes la frenaron con el Pacto de Chicoral donde nació la
ley Cuarta.[10] Con las políticas proteccionistas de los años
50 y 60’s, el gobierno nacional, para concentrar la economía productiva del
sector agropecuario, decide crear para productos específicos, la protección de
los productos en el mercado interno, con la creación del IDEMA, o Instituto de
Mercadeo Agropecuario, como un sistema de mercado agropecuario dedicado para el
sustento de las actividades agropecuarias, ya que fue uno de los organismos
creados con el fin de proteger los intereses de la economía sustentable en
torno a los productos agropecuarios. Creado originalmente en 1944 como INA,
nace por medio de la ley 5 y aprobada por el congreso un organismo que apoya la
agricultura y aumenta la producción nacional regulando los precios de los
productos del campo en beneficio de todos, con el nombre de Instituto Nacional
de Abastecimiento INA, organismo autónomo de carácter privado pero con un
criterio de juicio público, que, mediante el Decreto 096 se modifica este
nombre y pasa a llamarse Corporación de Defensa de los Productos Agrícolas,
pues que en ese entonces solo se limitaba a garantizar los precios mínimos para
el arroz, maíz, trigo, papa y frijol; y que para el año 1958 por medio del
decreto 040 este organismo retoma el nombre inicial INA, pero ya con autonomía,
personería jurídica y estatutos propios. Ya en el año 1968 pasa a llamarse
Instituto de Mercadeo Agropecuario IDEMA, convirtiéndose en empresa pública. En
1976 deja de ser empresa pública para convertirse en empresa industrial y
comercial del Estado, con la finalidad de regular el mercado de los productos
agropecuarios mediante la venta, compra, almacenamiento, exportaciones e
importaciones y evitar la especulación, siendo extinto en 1996.
De lo anterior, a lo largo de los años 60 a los 90's, el
desarrollo de la producción de productos agropecuarios se abría paso hacia un
nivel microeconómico, el desenvolvimiento de los diferentes niveles
productivos, los tipos de cultivos y actividades pecuarias del marco general del
desarrollo de las diferentes políticas agrarias, ya preestablecidas, dando paso
del auge a la decadencia de los productos básicos y tradicionales como fue el
caso de producción cafetera y los cereales, y el surgimiento de nuevos sectores
más dinámicos que los demás, como fue el resurgimiento de la producción
bananera, la entrada al mercado de la producción de la palma africana, y la
consolidación desde los años 70's, de un producto que nunca fue tradicional en
el país, como lo fue el sector de las flores, que se desarrolló en la Sabana de
Bogotá; hacia los años 80's vemos el progreso y avance de la producción
avícola, que ha sido paulatinamente un éxito en las regiones del Caribe y
Santander. Conforme avanza el sector de la industria agropecuaria, la
tecnificación jugaba un importante paso significativo en el desarrollo de las
nuevas actividades agrarias, pero, que hacia los años 80's empieza a frenarse
de manera sustancial, cuando el sector privado empieza a competir en un sistema
más gremial. Por lo tanto, conllevaría
de manera rápida a agotar el nuevo esquema diseñado en la ley 160 de 1994 que
buscaba, sin decirlo, abrirle paso al funcionamiento del mercado de tierras. La
forma como ha operado hasta hace poco el subsidio del 70% a la compra de
tierras, en un esquema de negociación voluntaria entre propietarios y
campesinos, ha desprestigiado nuevamente la labor del Estado en su tímido
intento por facilitar el acceso a la propiedad rural. El fracaso también está
relacionado con el hecho de que no hubo decisiones políticas para modificar los
factores de poder al interior de la estructura agraria, y para facilitar y
promover el ascenso social y político de los pobladores rurales, dentro de una
democracia participativa, y con la apertura de alternativas de empleo e ingreso
rurales que garantizaran un aumento en el bienestar y desestimularan flujos
migratorios no generados en un desarrollo industrial.

Por otro lado, la producción de flores se convirtió entre
los nuevos productos por excelencia en el mercado internacional para Colombia,
al no ser un producto tradicional, tuvo su auge como agroindustria finales de en
la década de los años 60’s, justamente en 1968, cuando este naciente sector
agrario se potencializó cuando Estados Unidos empezó a acaparar el 75% de la
adquisición del producto colombiano; Si bien es cierto que el café se repotenció
hacia la década de los años 70’s y ochentas, mucho antes, en la década de los
años 50’s, los cafetales que produjeron la bonanza cafetera ya tenían por lo
menos más de quince años de producir el porcentaje que gozó durante la bonanza
cafetera, pero el mismo envejecimiento de los cafetales provocaría ese descenso
significativo hacia los 70’s en la producción de sacos, así como la violencia
política y problemas sociales del agro en los ochentas significó que el
desplome de la década perdida y los años 90’s incidiera en los problemas del
campo, que afectaría notablemente la posesión de tierras que alguna vez
mostraba en abundancia la producción del café, y que alguna vez nos dio el
segundo lugar de la producción mundial detrás de Brasil.
Aun así, las dificultades en la infraestructura vial
colombiano ha incidido en el claro desarrollo de la economía agropecuaria,
puesto que aún se ha percibido los atrasos de la construcción de importantes vías
de desarrollo, y las diferentes caídas en los precios internacionales de los
productos de exportación, han dado un duro revés y golpe a la demanda para la
producción de productos agrícolas. Otro producto importante desarrollado en la
década de los años 70’s, ha sido la palma africana, exclusivamente que la
agroindustria de este producto se concentró en la producción de aceites derivados
de este producto, y gracias al Instituto de Fomento Algodonero, permitió
apropiarse el desarrollo genético, y productivo de la palma, de manera que se
lograra incrementar la producción de las propiedades industriales de la palma,
que logró consolidar a mediados de los 80’s.
El Banano, quizás es uno de los productos tradicionales que
ha ido de la mano con el café. Si bien es un producto destacado desde los años
20’s y 30’s, gracias a la polémica desatada por la United Fruit Company (hoy
denominada Chiquita Brands) a causa de la “masacre de las bananeras”, fue
gracias a que esta compañía multinacional estadounidense que el golfo de Urabá
lograra consolidar dicha región para la actividad de este fruto, de mucha
demanda en el mercado mundial. Hacia 1955, tan solo las compañías nacionales y
locales de la región exportaban el 58% de la producción bananera, sin embargo,
esto no fue un momento alentador, puesto que en los años 50’s el banano vivía un
tiempo a la baja frente a lo que proyectaba la United Fruit Company, puesto que
ya no estaba presente para la época, que provocó que el auge de los 30’s
acabara en unos pocos, dejando en un olvido parcial a la producción bananera;
Sin embargo, hacia los años 60’s, la región reactivaría la producción bananera,
que, para 1966, recogiendo la producción del banano que provenía de Urabá
representaba el 74,3% de las exportaciones totales, y Santa Marta el resto. Sin
embargo, la situación del orden público causado en los 80’s por la violencia
política, el narcotráfico dominaría dicha región del Urabá que afectó y redujo
a un 70% significativo de la producción bananera. Además, gracias a la
producción bananera, Colombia se consolidaría como el tercer productor mundial
de banano.
Con respecto a la caña de azúcar, las grandes haciendas
latifundistas del siglo XIX lograron sobreponerse para el siglo XIX, ya que
para la década de los años 30’s, el surgimiento de la industria agraria del azúcar,
significó la aparición de las compañías azucareras del Valle del Cauca, como
Manuelita, Providencia y Riopaila. Cerca del 80% del Valle del Cauca, hoy por
hoy, representa la producción de la Caña de Azúcar.
Por último, el Algodón a significado quizá el producto que
se ha convertido en uno de los mayores fracasos de la producción
agro-industrial para Colombia, puesto que su producción fue momentánea, al
representar una de las principales materias de la industria textil colombiana,
tan sólo hasta los años 40’s significaba que los textiles eran de los pocos que
han sido exportados. Aún con la creación del Instituto de Fomento Algodonero en
1947, se trató de impulsar dicha industria, al tratar de impulsar semillas de
alta calidad, pero las dificultades de la producción anual y la incertidumbre
del empresario por aceptar la compra del producto, fue lo que rápidamente
desbancó el intento por producir a nivel regional en la región caribe una
importante industria del algodón. En cuanto a la producción del Arroz, gracias
al cultivo en la región del Tolima y el Huila, a mediados del siglo XX se
consolidó una fuerte demanda de la producción todo debido a la idónea región fértil.
Finalmente, el desarrollo del conflicto armado colombiano y
el narcotráfico se ha vuelto un pedante y un incipiente obstáculo para el
desarrollo colombiano, todo producto sobre el problema que ha representado el
problema de la tierra en Colombia, que en gran parte, al ser mal distribuido,
sigue en manos de élites con poder económico y con mano criminal que han
logrado disminuir a la sociedad agraria obligando a cambiar los cultivos de
exportación tradicional por la producción de plantaciones de cultivos ilícitos,
y la población que ha recurrido a abandonar el campo a causa del desplazamiento
forzado en las diferentes regiones claves de la economía agraria del país.
El fracaso
también está relacionado con el hecho de que no hubo decisiones políticas para
modificar los factores de poder al interior de la estructura agraria, y para
facilitar y promover el ascenso social y político de los pobladores rurales,
vía su incorporación a la modernización y la modernidad, dentro de una
democracia participativa, y con la apertura de alternativas de empleo e ingreso
rurales que garantizaran un aumento en el bienestar y desestimularan flujos
migratorios no generados en un desarrollo industrial. Colombia se
urbanizó antes que solucionar su problema agrario y dejó un sector rural
propicio a los conflictos, con una agricultura de baja competitividad. Hoy, la
reforma agraria cobra actualidad en Colombia porque ella no se ha hecho. Pero
debe diseñarse bajo otros parámetros, con otra institucionalidad y dentro de
una verdadera estrategia de cambio y transformación.
Esa reforma
requiere que el Estado deje el monopolio y control absoluto de todas las
operaciones y actividades que ello implica; avanzar en una verdadera
descentralización, concentrar las acciones por áreas geográficas para hacer
eficiente el uso de escasos recursos, desburocratizar los aparatos del Estado y
aplicarles mecanismos de rendición de cuentas, disminuir los costos de
transacción en operaciones con pequeños productores, fortalecer el derecho de
propiedad y adecuar los mecanismos de apoyo para el desarrollo de la
agricultura y para hacerla una actividad rentable y segura. Seguir intentando
una reforma agraria con modificaciones de organigramas en aparatos del Estado
que han perdido credibilidad y confianza, y sin modificar los esquemas
tradicionales donde los buscadores de rentas siempre están presentes, es seguir
engañándose y repetir los fracasos de este siglo.
BIBLIOGRAFÍA E
INFOGRAFÍA:
·
KALMANOVITZ, Salomón y LÓPEZ ENCISO, Enrique.
(2006) La agricultura Colombiana del siglo XX. Editorial Fondo de Cultura
Económica, Bogotá.
·
DECRETO 756 de 1951. Sobre la política monetaria
del Banco de la República. Consultado de: http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1825825.
·
LEY 90 de 1948. Por la cual se fija la unidad
monetaria y moneda de cuenta nacional se confieren facultades extraordinarias
al Presidente de la República y se dictan otras disposiciones. Consultado de https://normativa.colpensiones.gov.co/colpens/docs/ley_0090_1948.htm
·
Ley 135 de 1961 Sobre Reforma Social Agraria,
modificada por las leyes 1 de 1968, 4 de 1973 y 30 de 1988.
·
EL TIEMPO, (2001). Archivo digital de Noticias.
La Ley de Tierras. Bogotá. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-422192
·
EL TIEMPO (1997). Archivo digital de Noticias.
Reforma Agraria, 35 años perdidos. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-539519
·
BANCO DE LA REPÚBLICA, Sección Cultura. Sobre la
reforma de 1951. Consultado en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/economia/banrep1/hbrep63.htm
Citas y Pie de Página:
[1] EL TIEMPO, (2001). Archivo
digital de Noticias. La Ley de Tierras. Bogotá. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-422192
[2] KALMANOVITZ, Salomón y LÓPEZ
ENCISO, Enrique. (2006) La agricultura Colombiana del siglo XX. Editorial Fondo
de Cultura Económica, Bogotá. Pág.144.
[3] KALMANOVITZ, Salomón y LÓPEZ
ENCISO, Enrique. (2006) Pág. 144.
[4]
KALMANOVITZ, Salomón y
LÓPEZ ENCISO, Enrique. (2006)."El Banco asignará crédito dirigido hacia
algunos agentes, también escogidos por los funcionarios del banco central y
bajo las direcciones del gobierno, y con ello la tasa de interés se tornó
también en una señal atrofiada desincentivando el ahorro del público y haciendo
más llano el sistema financiero. Pág. 146.
[5]
LEY 90 de 1948. Por la
cual se fija la unidad monetaria y moneda de cuenta nacional se confieren
facultades extraordinarias al Presidente de la República y se dictan otras
disposiciones. Consultado de https://normativa.colpensiones.gov.co/colpens/docs/ley_0090_1948.htm
[6] LEY 90 de 1948 dice: “"ARTICULO 25. Además del
encaje que señalan las leyes vigentes para los depósitos exigibles a la vista,
y antes de treinta días, los bancos comerciales deberán mantener un encaje
adicional equivalente al 5% de dichos depósitos, en bonos de la Caja de Crédito
Agrario, Industrial y Minero, de un vencimiento no mayor de seis meses, y de un
interés anual del 4%. Los bancos darán cumplimiento a eta obligación
adquiriendo bonos por una cuantía equivalente al 1/2% de los depósitos
indicados dentro del mes siguiente a la vigencia de esta Ley, y aumentando este
encaje a razón del 1/2% cada mes, hasta completar el total previsto en el
presente artículo, dentro del término máximo de 10 meses." https://normativa.colpensiones.gov.co/colpens/docs/ley_0090_1948.htm
[7] DECRETO 756 de 1951. Sobre
la política monetaria del Banco de la República. Consultado de: http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1825825.
[8] KALMANOVITZ, Salomón y LÓPEZ
ENCISO, Enrique. (2006). Pág. 159.
[9]
Ley 135 de 1961 Sobre
Reforma Social Agraria, modificada por las leyes 1 de 1968, 4 de 1973 y 30 de
1988.
[10] EL
TIEMPO (1997). Archivo digital de Noticias. Reforma Agraria, 35 años perdidos. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-539519
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